He superado la barrera psicológica de las cincuenta páginas en el manuscrito que estoy preparando para participar en el Premio Minotauro 2014.
Lo empecé sin muchas esperanzas, porque el plazo de entrega es el 4 de noviembre, y no tenía escrita ni una palabra, pero parece que voy a buen ritmo, y si la historia, que tengo más o menos definida y rebotando de un lado a otro entre mis orejas no se encasquilla en ninguna parte y sigue fluyendo como hasta ahora, parece que voy a llegar sin demasiados problemas.
El mínimo de hojas para poder aspirar al premio es de 150. Creo que la historia las superará con creces, así que me niego a hacer cuentas acerca del número de páginas que tengo que hacer al día para llegar.
